Cuando se trata de comprar leche, pagar extra por leche orgánica puede quebrar un poco el presupuesto de muchas personas.
Si vamos a tomar en cuenta el valor nutricional de la leche orgánica contra la leche convencional, ¿valdrá la pena pagar esos pesos extras por leche orgánica?
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Newcastle en El Reino Unido (Londres), podría ser que sí valga la pena pagar ese extra, ya que según un reciente análisis publicado por La Revista Británica de Nutrición (British Journal of Nutrition), la leche orgánica contiene 50 por ciento más de los ácidos grasos omega-3 que la leche convencional. Sin embargo por otro lado, estos investigadores encontraron que la leche convencional contiene 74 por ciento más yodo.
¿Entonces?
Bueno, pues hay que saber que los ácidos grasos omega-3 mejoran los niveles de colesterol, y juegan un papel muy importante en la prevención o tratamiento de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, exceso de coagulación de la sangre, enfermedad fibroquística de la mama y bochornos o calores en la menopausia, entre otros.
Tomando en cuenta lo anterior, tenemos entonces que la leche no es la mejor fuente de omega-3. Comiendo pescados grasos tales como salmón, sardinas, trucha, atún ó anchoas dos veces a la semana, podemos alcanzar los niveles de ácidos grasos omega-3 recomendados, pero para alcanzar estos mismos niveles solamente de la leche, tendríamos que tomar varios galones al día de leche orgánica, y hacer esto tendría mas efectos negativos a la salud, que los beneficios de obtener los ácidos grasos omega-3 de ella.
Ahora, el yodo es un mineral traza que se encuentra naturalmente en el cuerpo y es necesario para un funcionamiento saludable de las células del cerebro, y para el funcionamiento normal de la tiroides y la producción de hormonas tiroideas. Buenas fuentes de yodo son: el bacalao, lubina, algas marinas y, por supuesto, la leche. Pero, al igual que los ácidos grasos omega-3 presentes en la leche orgánica, el contenido de yodo en la leche convencional, no es tan bueno como para que tenga un impacto nutricional importante.
EN CONCLUSIÓN
Si nos basamos en estos estudios, en los que se resaltan las diferencias nutricionales entre la leche orgánica y la leche convencional, en mi opinión, la diferencia no es abismal entre una y la otra.
Por lo demás, disfruten de su vaso con leche fresca ó de su avena calentita, recuerden que en lo que se refiere a estilos de vida saludables, no existe nada escrito sobre piedra, y hasta ahora no hay una fórmula matemática que diga que sí comemos tal o cual cosa vamos a alcanzar la salud perfecta. Además, en las dietas, no es cómo en las etiquetas de alguna ropa que dice «Una talla le queda a todos», cada persona tiene sus propias necesidades nutricionales.
¡A su salud!
REFERENCIAS:
http://www.ncl.ac.uk/press/news/2016/02/organicandnon-organicmilkandmeat/
Yo hace muchos años dejé de tomar leche de vaca, cuando me diagnosticaron una intolerancia que me había estado haciendo mucho daño desde que era un bebé.
Ahora tomo leches vegetales, en concreto de avena. Los beneficios de haber dejado de tomar leche de vaca fueron sorprendentes. ¿Realmente necesitamos tomar leche de otro animal? Como bien dices, somos los únicos que tomamos leche de otra especie.
Muy interesante como siempre Gabriela,
Un saludo,
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¡Me encanta! A mi me gusta mucho la avena, pero no se me ha ocurrido hacer leche con ella, la voy a tratar. Sólo he hecho la de almendras y es riquísima.
Y no, la verdad no creo que necesitemos tomar leche de otro animal, específicamente en este caso, leche de vaca.
La leche, debido a una proteína que nosotros no podemos asimilar, crea muchas reacciones alérgicas, como te ocurrió a ti, y sucede más en algunas personas que en otras, es por eso que mucha gente no hace la conexión.
Se ha creado mucha desinformación con la idea de que la leche es una excelente fuente de calcio para fortalecer los huesos, cuando en realidad existen muchos otros alimentos que nos proveen de más calcio que la leche, por ejemplo, la leche de almendras, las naranjas, y vegetales tales como el brócoli, kale y edamame, entre otros.
¡Muchas gracias por tu comentario Inma, me da gusto saludarte!
Un abrazo
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